lunes, 24 de noviembre de 2014

La semana del esperpento nacional


"La España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta", se ha evadido esta semana de sus dramas familiares participando a su modo en el entierro de la Duquesa de Alba, en el encierro en prisión de la Pantoja y en el escándalo del pequeño Nicolás


"Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste; esa España inferior que ora y embiste, cuando se digna usar la cabeza", ha rendido homenaje a la folclórica, y a la difunta caprichosa e ilustre ricachona, con las que se muestra solidaria en su desgracia respectiva, ahora que la una está en la cárcel y a la otra ha venido a buscarla el ángel de la muerte.

"n tendrá luengo parto de varones, amantes de sagradas tradiciones y de sagradas formas y maneras; florecerán las barbas apostólicas, y otras calvas en otras calaveras brillarán, venerables y católicas". En el pequeño Nicolás hemos reconocido a un pillo disfrazado, a un niño aparentando ser un hombre, a un enamorado de las apariencias, del oropel, del boato, de la mentira reiterada con veracidad, portando por toda arma selfies junto a poderosos. Sin duda lo hemos identificado con nuestra clase política y por eso no hemos dudado de que es uno de ellos, tal vez el más maduro de todos.

"Mas otra España nace, la España del cincel y de la maza, con esa eterna juventud que se hace del pasado macizo de la raza, una España implacable y redentora, España que alborea, con un hacha en la mano vengadora, España de la rabia y de la idea". Nadie mejor que Machado para anticipar los tiempos que vivimos. Los jóvenes persiguen la justicia pero también la venganza que canalice su tremenda rabia. ¡Caigan cabezas anunciando el advenimiento de una nueva era!. 

50 años han pasado desde que Bob Dylan dijo aquello de "Venid agruparos a mi alrededor gentes que andáis errantes por cualquier lugar y admitid que las aguas alrededor de vosotros han crecido, y aceptadlo pues pronto estaréis calados hasta los huesos. Si según vosotros vuestra época merece ser salvada, entonces mejor comenzad a nadar u os hundiréis como una piedra porque los tiempos están cambiando". Los jóvenes españoles, estirando de la cuerda,  ya han logrado liberarse de la estaca a la que les había atado sus mayores, y ya no dejarán que les vuelvan a atar. Ellos, a diferencia de sus padres, han aprendido a nadar y saben que aunque parezca imposible, se puede sobrevivir hasta a un tsunami.

domingo, 23 de noviembre de 2014

El éxito de Rajoy y de otros gobiernos que tampoco gobiernan


Rajoy dice que “nuestro país es el que más empleo crea y el que lidera el crecimiento en Europa”, gracias (se sobreentendería sino fuera porque su gobierno lo explicita constantemente) a la excelente labor llevada a cabo por él y por su equipo. Sin embargo y a pesar de haber sido “el primero de la clase” a la hora de hacer recortes, según la Comisión España crece menos que Polonia o Rumania y a otros países que tampoco han tenido la fortuna de contar con Rajoy y el PP, parece que tampoco les ha ido tan mal.

Fijémonos en el caso italiano por sus numerosos paralelismos con España -incluida la enorme corrupción que acompañó a Berlusconi y su “corte”-, pero sobre todo por una gran diferencia. Allí no solamente no han disfrutado de nuestro particular salvador, sino que ha habido varios gobiernos fruto de diferentes alianzas y programas (aunque todos conservadores), por lo que de entrada parecería razonable que su evolución durante la crisis y logros alcanzados fueran claramente peores que los nuestros.

Desde que los italianos eligieron ser una República parlamentaria, a través de la celebración de un referéndum en el año 1945 -a diferencia de España, que en lugar de referéndum ha implantado una proceso urgente  de abdicación y sucesión monárquica- se han sucedido 26 presidentes del Gobierno, cinco en estos turbulentos años de crisis (Romano Prodi, Silvio Berlusconi, Mario Monti, Enrico Letta y, desde febrero, Matteo Renzi), de los que los tres últimos ni siquiera han sido elegidos por el pueblo italiano. Cinco personajes muy diferentes, pero que comparten una misma visión: "quien hizo caer a Prodi y más tarde a Berlusconi, no fue el pueblo italiano, sino la Bolsa de Milán".

No importa si fue Monti quien más se esmeró en aplicar las recetas impuestas por el poder económico y financiero, o si hizo menos que cualquier otro de los presidentes de gobierno. Los tres últimos han sido felicitados, al mismo tiempo que Rajoy, ya que  gracias a las medidas “austericidas” implantadas (reformas laborales y de pensiones, recortes en el gasto público, etc.), han conseguido bajar los tipos de interés del dinero prestado a sus países (la famosa prima de riesgo).

De entrada, resultaría “radical” y algo demagógico afirmar que las presiones del poder financiero se han relajado por el simple hecho de que los titulares de gobiernos como el español (o italiano) han aceptado ejecutar las instrucciones recibidas (vía FMI, BCE y la propia Comisión) en defensa de sus intereses y en detrimento de la mayoría de la población, desmontando progresivamente el Estado del Bienestar (heredero de una guerra fría ya superada), adelgazando y saqueando lo público, y favoreciendo la desigualdad y la pobreza de millones de personas. Los llamados “mercados” seguramente deben estar premiando otro tipo de “logros”, y en particular, claras mejoras en el panorama macroeconómico de la economía española, eso que algunos ya están llamando “el milagro RAJOY”. Veamos algunos de los más relevantes:

Los recortes, tras tres años de durísimos sacrificios, deben estar favoreciendo la recuperación económica y el empleo, y en mucha mayor medida en el caso español, en donde ha habido un mismo gobernante que ha mantenido “su programa político” con mano firme, tal y como se desprende de las palabras de autoalabanza pronunciadas por Rajoy en la reciente reunión del G.20:

El PIB español ha caído prácticamente 6 puntos desde 2008 (hasta 31 de diciembre de 2013), mientras que el italiano tan solo ha retrocedido un punto.

Ambos países han duplicado su % de desempleados, pero mientras que el 24% español es una cifra dramática e insoportable socialmente, el 12,5% italiano es relativamente llevadero.

La reducción salarial española, especialmente dura en los contratos temporales (cerca del 25%), nos ha debido hacer ganar competitividad y eso habrá favorecido nuestras exportaciones y permitido sanear nuestra Balanza Comercial:

Con salarios un 15% más bajos y sobre todo empleos mucho más precarios, España ha tenido un déficit de -17.741,00 € (-1,73% del PIB), mientras que Italia ha logrado un superávit de 30.381,00 € (+1,95% del PIB).


Conviene recordar que los grandes objetivos de las medidas implantadas eran controlar y reducir la deuda y el déficit:

Mientras que la deuda española se ha incrementado en el mismo periodo un 221%, la italiana lo ha hecho un 124% (cierto que ésta era y sigue siendo más elevada, de casi un 133% del PIB frente al 92% la española).

El déficit español ha crecido un 148%, mientras que el italiano lo ha hecho un 111%. El italiano no ha sobrepasado el 3%, mientras que el español se sitúa en el 7,1%.

Tal vez la clave que explique estas diferencias a favor de Italia sea el hecho de que ellos han ido mucho más lejos que nosotros a la hora de reducir el gasto público y “adelgazar” los pilares de su estado social. O lo que es lo mismo, que dedican muchos menos recursos a eso tan “viejuno” como es la sanidad o la educación públicas.

Ambos países han contenido por igual el crecimiento de su gasto público (+1% en ambos casos), pero el gasto público per cápita italiano era y sigue siendo nada menos que un 30% superior al español. 

En concreto Italia destina por cada ciudadano un importe en euros un 10% superior en salud pública y un 17% más en educación pública.

Sinceramente solo encuentro una diferencia a favor de España y consiguientemente un mérito que podríamos atribuir al gobierno de Rajoy. Si bien ambos países poseen una misma calificación de rating: BAAA2 (Moody’s), BBB+ (Fitch) y BBB (S&P), España obtiene el dinero un poco más barato, con una prima de riesgo que a mediados de noviembre era de 127, frente a 147 la italiana, lo que se supone que abarata la deuda pública y facilita el acceso al crédito de los españoles. ¿Qué crédito?. ¿A qué españoles?.

Lo malo es que de nada sirve pagar algo menos en concepto de intereses si a cambio nos estamos suicidando, y además, no entiendo porqué seguimos comparándonos con Alemania, cuando su economía al igual que la de la UE permanece estancada, mientras que la de EEUU se ha recuperado, evidenciando la eficacia de las medidas expansivas implantadas. Por cierto que nuestra prima de riesgo frente a EEUU es de -29. No sé de que nos sirve pero ¿a que mola, Sr. Rajoy?.






















lunes, 10 de noviembre de 2014

El Presidente desnudo


Erase una vez un reino situado allá en los confines del mundo conocido por los romanos en el que nació y vivió un político conservador que, como resultado de la victoria de su partido en las elecciones del 20 de noviembre de 2011, se convirtió en el sexto presidente del Gobierno de la España democrática. Nieto e hijo de juristas, se licenció en Derecho con ayuda del Santo Apóstol Santiago, quien a lo que parece también contribuyó a hacerle ganar unas oposiciones a registrador de la propiedad, con lo que ya a edad temprana aprendió que se podía ganar dinero con poquísimo esfuerzo y menos sacrificio.

Cauto, desconfiado y austero como buen celta, solo se permitió ser algo coqueto luciendo una barba que tapaba las cicatrices de un accidente de tráfico de juventud, y dejarse seducir por los cantos de sirena de sus aduladores del partido, quienes embaucados por unos charlatanes enviados a tal fin por la cúpula de la oligarquía económica y financiera “de toda la vida”, le hicieron creer que era el candidato ideal para dirigir su país, puesto que poseía la capacidad de tornarse invisible cada vez que surgiera un problema serio de gobernanza.

Ante las presuntas irregularidades cometidas por los directivos vinculados a su partido de la empresa Emarsa -el primer caso que trascendió de un larguísimo rosario de actos delictivos a cargo de políticos mediocres, negligentes o simplemente incompetentes y de moral corrupta- y como hombre cauteloso y temeroso que era (de hecho, ni siquiera el mismo estaba convencido de ello), "Maricomplejines" encargó a sus mujeres y hombres de mayor confianza que comprobaran personalmente su don y estos, tras reunirse con los representantes de los medios de comunicación controlados por el Gobierno, exclamaron al unísono que era cierto, que se había vuelto invisible y que nadie podría nunca asociarle con Emarsa ni con ningún otro caso de corrupción dentro o fuera de su partido, ya se tratara de regalos, viajes, fiestas de cumpleaños, trajes, coches de lujo, relojes, sobresueldos en negro, tarjetas opacas, o armarios de los que salir un día de estos.

El pueblo, en su gran mayoría temeroso de ser señalado como seguidor de ZP y culpable por consiguiente de la brutal crisis económica en la que se había hundido el Reino de España (al haber vivido por encima de sus posibilidades), alabó una y otra vez la habilidad de su jefe para desaparecer y comparecer esporádicamente en las pantallas de plasma a instancias de la prensa, a pesar de que a su alrededor miles y miles de personas iban perdiendo gradualmente sus trabajos y sobre todo sus derechos a un trabajo digno, a vivienda, una educación y sanidad públicas y gratuitas, a las ayudas a la dependencia, a los subsidios al desempleo, etc., pero nadie se atrevía a decir lo obvio, que podía ver al Presidente y que éste lucía un desnudo integral.

Tuvieron que ser unos jóvenes (niños de colegios e institutos) los primeros en evidenciar que el presidente no era invisible y que a su parecer se encontraba sencillamente “en pelotas”. A pesar de la fuerte represión policial, a los escolares les siguieron universitarios, y luego trabajadores y parados de todos los sectores, que protestaban pacíficamente y se negaban a seguir siendo utilizados por banqueros, políticos y empresarios desaprensivos, fenómeno que se conoció como 15-M, y que con posterioridad dio origen a nuevas formaciones políticas como el Partido X y Podemos.

El Presidente les oyó pero no les escuchó, argumentando que no eran representativos, ya que la mayoría del pueblo alababa su invisibilidad y su labor de facilitador de lucro y mantenedor de la plutocracia. Tampoco escuchó a los que clamaban ante cada nuevo escándalo de corrupción,…. Pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, dos años pasado había cuando la “CIStitis” de octubre mostró que había  desaparecido la ignorancia colectiva del hecho obvio de que la clase política es (en un significativo porcentaje) corrupta y colaboradora necesaria del poder económico -cada vez más rico e influyente- frente a una gran mayoría empobrecida y sacrificada, y de que el gobierno insiste en su defensa de la invisibilidad, a pesar de las evidencias del pueblo y de que haya surgido un nuevo partido político que en tan solo 10 meses, se ha colocado en primera posición en intención directa de voto.

Y lo peor de todo es que los necios siguen alabando la hechura, el diseño, los colores y la caída del traje del Presidente, confeccionado con supuestas sedas orientales suministradas por pícaros embaucadores, mientras censuran los “trapitos” de Alcampo que viste Don Pablo, a sabiendas de que el Presidente lleva mucho tiempo mostrando nada más que sus “vergüenzas” al pueblo soberano.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Spain, The Country For Old Men


Probablemente, cuando el estadístico y sociólogo italiano Corrado Gini ideó su famoso coeficiente para medir la desigualdad, estaba muy lejos de imaginar que los antisistema actuales (o sea, todos aquellos que nos indignamos ante el modelo imperante), íbamos a recurrir a él sistemáticamente para denunciar la injusticia de una sociedad en la que los más poderosos, sin límite alguno que se oponga a su codicia, detentan cada día una parte mayor de la riqueza global.

La pérdida masiva de puestos de trabajo en algunos países como España (o en Grecia), ha contribuido decisivamente a ese aumento de la desigualdad en estos años de crisis, al existir mayores diferencias de ingresos entre los empleados y los que carecen de trabajo.

Una de las consecuencias más “peculiares” de esta evolución es que los jóvenes y niños han venido a copar el puesto que hasta el inicio la crisis ocupaban los ancianos, como grupo de edad de mayor riesgo de pobreza, hasta el punto de que hoy en España las personas entre 65 y 75 años, constituyen el segmento de más bajo riesgo (25% por debajo de la media), problema en el que el Gobierno lleva trabajando desde hace tiempo con profundidad y rigor para lograr una revisión a la baja y en definitiva reducción generalizada, de los derechos adquiridos en el actual sistema de pensiones.


Más de un 27% de la población infantil en España vive en riesgo de pobreza, según Unicef. También aquí, el Gobierno ha tomado cartas en el asunto y adoptado una enérgica medida correctora, repartiendo 7€/ niño en el mes de julio de este año para así lograr acabar con la pobreza infantil (16 millones de euros para atender a 2.320.000 menores en riesgo de exclusión social).

Pero el problema no solo está en esa “canalla desvergonzada” de potenciales clientes del turismo social para mayores  (INSERSO) que por simple hecho de haber trabajado y cotizado durante 40 años de su vida laboral se consideran acreedores del resto de la sociedad y exigen cobrar sus pensiones íntegras. Las desigualdades nos rodean por todas partes en una sociedad que hace años dejó de tener las tradicionales clases sociales antagónicas “burguesía” y “proletariado”, para limitarse a tener “ricos”, cada vez más ricos (o sea, “riquísimos”), y pobres, cada vez más pobres (o sea, “pringaos”), y así, la desigualdad se propaga y ceba en los colectivos más débiles, como el ya comentado de los niños:

  • Mientras los trabajadores de base percibieron un 0,5% menos en 2013 que el año anterior, y los mandos intermedios un 3,2% menos (por aquello de dar ejemplo), los directivos cobraron un 7% más que en 2012 (ICSA Grupo y Escuela de Negocios EADA).
  • El 50% de las mujeres tiene contrato temporal y el 73% jornada a tiempo parcial, siendo su retribución media un 24% inferior a la de los hombres, diferencia que ha crecido significativamente desde 2007 (encuesta de estructura salarial del INE 2013), aunque probablemente sean todas ellas mayores de 45 y menores de 25 años, si los empresarios han seguido las recomendaciones de la Presidenta del Círculo de Empresarios Mónica Oriol.
  • Los extranjeros que no proceden de la UE cobran de media un 36% menos que los españoles (encuesta de estructura salarial del INE 2013). Curiosamente y frente a lo que defienden algunos colectivos xenófobos, no han contribuido a incrementar el desempleo en nuestro país, pero si las desigualdades salariales.
  • España fue el país de la OCDE en el que la crisis tuvo un mayor efecto de incremento de las desigualdades en términos de ingresos entre 2007 y 2011 (Oxfam, jun-14).
  • El número de millonarios que hay en España alcanzó 465.000 personas a mediados de 2014, lo que supone un aumento del 24 % respecto al mismo periodo de 2013 (Informe de Riqueza Mundial de 2014 de Credit Suisse oct-14).

¿Es más pobre nuestro país y en general la Europa desarrollada, que hace 20 años cuando podían garantizar la sostenibilidad del Estado de Bienestar?. Si no es así, ¿qué está provocando esta profunda transformación y debacle?. Sin ningún género de dudas, el desplazamiento del poder económico y político hacia prácticas (el pensamiento no ha variado sustancialmente) “ultraliberales”, que abominan de mecanismos de redistribución de la renta, argumentando que contribuyen a crear pobreza, ante la ausencia del temor derivado de la existencia de un contrapoder -desaparición del bloque de países socialistas frente al modelo de mercado y/o de una “rebelión” social (inestabilidad política/ temor a una nueva revolución)-, unido a la creciente globalización de la economía.

Desde finales de 1970, los tipos impositivos sobre las rentas más altas se han reducido en 29 de los 30 países de los cuales se dispone de datos.
La política de tipos bajos ha penalizado el ahorro en efectivo (de los menos ricos) y premiado el apalancamiento (inversiones de los más ricos financiadas por entidades financieras). 
Se han producido aumentos de impuestos sobre las nóminas y en general, se ha incrementado la presión fiscal sobre el consumo (IVA, impuestos especiales,..).
  • Por vez primera, el 1% de las familias más poderosas del mundo acapara casi la mitad de la riqueza del mundo (más del 46%), mientras el 99% restante se reparte la otra mitad.
  • En Europa, la fortuna de las 10 personas más ricas supera el coste total de las medidas de estímulo aplicadas en la UE entre 2008 y 2010 (217.000 millones de euros frente a 200.000 millones de euros).
  • Los más acomodados han seguido incrementando su riqueza (4%-5% anual), frente a caídas significativas para el resto de la población (en el caso español, asociado a la pérdida de valor de los inmuebles, que no de los importes de las hipotecas).

“Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (artículo 14 de la Constitución Española).


¿De verdad son iguales Don Amancio Ortega, creador y máximo accionista de Inditex y Antonio Pérez, el de la cola de la oficina del INEM/ SERVEF de la Avenida del Puerto?, ¿El juez Elpidio Silva, inhabilitado 17 años por prevaricación y Don Miguel Blesa, el que compra capsulas Nespresso con cargo a su tarjeta opaca de Caja Madrid?.

El sufrimiento diario y tantas penalidades parece que nos han hecho olvidar que es al Estado a quien corresponde garantizar las condiciones de igualdad, del mismo modo que una distribución de la renta más equitativa (artículo 40), empezando por la igualdad de oportunidades ante la educación (artículo 27). La educación es posiblemente el instrumento más potente para romper el círculo de la pobreza, y no es casual que las tasas españolas de fracaso y abandono escolar sean de las más altas de la Unión Europea. También aquí, el Gobierno ha enfrentado el problema de forma decidida elaborando una quinta (desde 1985) ley orgánica de educación, retrógrada y partidista (para mayor gloria de la Iglesia Católica), allí donde todos clamaban por un amplio consenso institucional.

¿Podemos hacer algo ante tanto desatino?


Indignados ante tanta injusticia, cabreados con la clase política y con los privilegios de distintos colectivos, parece que solo nos queda el carpe diem, o salir más a tomar las calles y exigir cambios socio-políticos profundos, y de momento……los bares siguen llenos a pesar de la pérdida de facturación y seguimos teniendo una de las dotaciones más elevadas del mundo. Según un estudio de Coca Cola de mayo de 2013, hay uno por cada 132 habitantes. Ah, y en los profesionales de esta actividad económica confiamos bastante más que en políticos, jueces, periodistas, policías,……Un 30% de los encuestados le dejaríamos las llaves de nuestra casa al camarero.

sábado, 28 de junio de 2014

¿Tocamos a Cristina o tocamos la Constitución?


Últimamente estamos asistiendo a un ya cansino debate sobre la supuesta igualdad de todos los españoles ante la ley, que enfrenta desde posiciones irreconciliables a liberales y conservadores, amén de al juez Castro con su otrora "colega" y "compañero de copas" el fiscal Pedro Horrach y un sinnúmero de altas instituciones del Estado, "intelectualmente" alineadas en contra de la postura del instructor, lo que no ha dejado de sorprender a quienes todavía defienden aquello de la independencia de los tres poderes del Estado.

Pero, ¿de dónde nos hemos sacado esa frase tan "bonita" y tan manoseada en estos días de que todos somos iguales ante la ley?. Frase que, dicho sea de paso, sirve tanto para procesar a la Infanta, como a cualquier otro ciudadano en su misma situación, como para no hacerlo como demanda el fiscal, ya que no se la procesaría "de no ser quien es". 

Si echamos mano de nuestra Constitución de 1978, comprobamos que efectivamente, el Artículo 14 del Capítulo Segundo, dice textualmente "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

Bueno, pues parece que queda resuelto el problema. Cúmplase lo que dice nuestra Carta Magna y ya está, aunque mucho me temo que el asunto reviste mayor gravedad y enjundia, ya que no corremos el riesgo de vulnerar el artículo 14, sino la práctica totalidad de las disposiciones contenidas en el Título I que recoge los derechos y deberes de los españoles. Vamos a realizar una rápida lectura del citado título para intentar diagnosticar si, como a mi me parece, el problema es bastante más grave que llamarse Borbón o Martínez, y se está vulnerando ostensiva y sistemáticamente la Constitución Española por parte precisamente de aquellos que presumen de ser sus máximos defensores. 

Para ello, basta con que respondamos afirmativa o negativamente a las siguientes preguntas/ artículos de la misma:

¿Existe una auténtica libertad de creencias y un Estado laico? (recordemos el "papel" e intervenciones de la Conferencia Episcopal, la financiación de la Iglesia Católica, sus privilegios fiscales, la nueva Ley del aborto,...) (artículo 16).

¿Se mantiene la libertad de expresión? (pensemos en el reciente cambio de directores y cierre de algunos importantes medios de comunicación "no afines") (artículo 20).

¿Existe derecho de reunión y manifestación? (incremento del grado de represión en determinadas manifestaciones, nuevo papel de la seguridad privada,..) (artículo 21).

¿Se mantiene el derecho a la tutela judicial sin que pueda existir indefensión? (de hecho, el incremento de las tasas judiciales ha "expulsado" a una parte importante de la población que carece de recursos para pleitear) (artículo 24).

¿Se mantiene el derecho a la educación? (fuerte aumento de las tasas académicas y reducción considerable de becas, comedor y transporte escolar,....) (artículo 27).

¿Se mantiene el derecho a la sindicación y a la huelga? (en estudio, la limitación de este último derecho) (artículo 28).

¿Sigue existiendo el derecho a la negociación colectiva laboral y al conflicto colectivo? (casi ha desaparecido con los recientes cambios en la legislación laboral, que tienden a individualizar las negociaciones) (artículo 38).

¿Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia? (repasemos las cifras más recientes de evolución de la pobreza infantil en España, el nº creciente de familias sin ningún recurso,...) (artículo 39).

¿Los poderes públicos promueven las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa? (es incuestionable que se ha producido un aumento creciente de las desigualdades, el nuevo modelo fiscal es más regresivo, ha aumentado la participación de las rentas del capital,....) (artículo 40).

¿Los poderes públicos mantienen un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantiza la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo? (se ha acentuado la caída y recorte de las prestaciones, y se van a gravar las indemnizaciones por despido) (artículo 41).

¿El Estado vela especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los trabajadores españoles en el extranjero y orienta su política hacia su retorno (difícilmente va a hacerlo cuando el gobierno mantiene que nuestros jóvenes emigrantes se han ido a "correr aventuras", así que ¿para qué ayudarles a volver?) (artículo 42).

¿Se reconoce el derecho a la protección de la salud? (restricciones de acceso a los inmigrantes y desocupados de larga duración, copago en medicamentos y algunos servicios sanitarios, reducción de la cartera de prestaciones, aumento tiempo en listas de espera,..) (artículo 43).

¿Los poderes públicos promueven y tutelan el acceso a la cultura? (reducción muy significativa de ayudas, desprecio de miembros del gobierno hacia determinadas manifestaciones artísticas) (artículo 44).

¿Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada? (para qué comentar nuestra ley hipotecaria que lleva al desahucio a miles de ciudadanos y mantiene parte de sus deudas de por vida, con esos bancos a los que esos mismos ciudadanos han rescatado con enormes sacrificios) (artículo 47).

¿Los poderes públicos realizan una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos? (práctica desaparición de las ayudas a la dependencia, con las que ya estaba en contra el PP antes de la crisis) (artículo 49).

¿Los poderes públicos garantizan, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad? (revisión a la baja de las pensiones y endurecimiento de las condiciones futuras) (artículo 50).

La conclusión parece clara, o cambia este gobierno en los próximos meses, o habrá que cambiar la Constitución y no precisamente para dar encaje a la cuestión catalana, sino para eliminar el Título I, herencia clara de otros tiempos en los que Europa todavía seguía poniendo ladrillos en el edificio del Estado de Bienestar, en lugar de quitarlos, una vez desaparecidos todos los que forjaron el muro de Berlín.

Y siempre podremos aprovechar la revisión del texto para, de paso, quitar "la gallina" preconstitucional.

viernes, 6 de junio de 2014

Miedo a los jóvenes

Podemos estar tranquilos. Ni vienen los energúmenos de Amanecer Dorado, con la intención de hacernos marchar a todos al paso de la oca por el Paseo de la Castellana, ni están aquí los miembros del Partido del Trabajo de Corea aclamando con el puño en alto a su Presidente Eterno Kim Il-sung. Ese ruido ensordecedor, ese clamor creciente que poco a poco va llenando las calles y ocupando espacios en los diferentes medios de comunicación, es la juventud española que reivindica su sitio en la sociedad civil, pidiéndonos a los adultos que nos retiremos a un segundo plano.

Lo más paradójico de esta situación es que los adultos hemos pasado varias décadas quejándonos de que la juventud española estaba despolitizada y carecía de ideales, y ahora que sale a la calle masivamente y participa políticamente a través de alternativas “más frescas”, cuando no más democráticas que las hasta ahora mayoritarias, ponemos el grito en el cielo llamando a esos jóvenes “antisistema” y cómplices de los regímenes más deleznables que perviven  en el mundo.

Hayamos sido o no luchadores por la democracia en tiempos del franquismo, padres de la transición y protagonistas del consenso constitucional, simples espectadores, o de esos miembros de las generaciones siguientes que pasaron de los bares de “La Movida” a engrosar las filas de los principales partidos políticos,  somos orgullosos “propietarios” de esta democracia tan “singular”, y no vamos a permitir que ningún advenedizo (entre los que obviamente se encuentran nuestros hijos) se la cuestione, y ello a pesar de que día tras día, el olor a podredumbre y descomposición que emana de nuestro “sistema” es más penetrante.


Tal vez convenga aclarar que, ni todos los biológicamente jóvenes lo son realmente (apostaría a que Rajoy o Cospedal, nunca fueron jóvenes), ni todos los biológicamente adultos poseen una actitud conformista y contraria al cambio (caso de algunos “abuelos” como José Luis Sampedro o Stephan Hessel). Por desgracia, numerosas personas afiliadas a las juventudes de los grandes partidos, poseen “inquietudes” ajenas a las que caracterizan y ennoblecen a la juventud.

Aparte del sentimiento de “propiedad” sobre esta minusválida democracia y dejando de lado los intereses particulares de eso que tan acertadamente la gente de Podemos llama “casta”, probablemente nos enfrentamos a uno de los temores más tradicionales de todo ser humano y consiguientemente de toda sociedad, el miedo al cambio, a tener que replantearnos nuestra forma de pensar y nuestra conducta, mientras perdemos el control de la situación al tiempo que emocionalmente asumimos un elevado nivel de estrés. Y ante este temor, solo caben tres salidas: oponerse activamente (la mayoría de los adultos que militan en partidos tradicionales y/o sus lacayos de empresas y medios de comunicación), aceptarlo, aunque asumiendo un rol “victimista” (caso de algunos políticos y medios supuestamente progresistas), o aceptarlo e implicarse en dicho cambio con ilusión por el futuro (muy pocos adultos).

Pero , ¿qué es lo que ha convertido a la sociedad española (el 25% tienen menos de 25 años y el 40% menos de 35 años) en un colectivo de adultos resistentes al cambio?.


La respuesta está probablemente en el hecho de que Michael Jackson ha marcado un antes y un después en la historia de nuestro país. Superada la transición y la intentona golpista de Tejero, las elecciones generales de 1982 dan el triunfo al carismático Felipe González, mientras Michael  Jackson lanza su disco “Thriller” (el más vendido de la historia). Desde ese momento todo es una “gran fiesta” –España se convierte en miembro de pleno derecho de la CEE; cae el Muro de Berlín y sale a la venta la consola portátil Game Boy de Nintendo; se reunifica Alemania; España celebra la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona; se inaugura el museo Guggenheim de Frank Gehry en Bilbao y se comercializa la Viagra; entra en vigor el Euro, mientras Apple lanza el iPod; El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey consigue 11 Óscars; crecimiento económico “espectacular” con base en el ladrillo y en la especulación- fiesta que acaba en octubre de 2008, año en el que se produce el “crash” bursátil, tras la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers y se inicia la crisis económica y financiera mundial más importante de todos los tiempos. Estados Unidos elige como presidente a Barack Obama (el primer afroamericano de su historia), pero ello no impide que Occidente entre en recesión en 2009, el mismo año en el que fallece “El Rey del Pop”.

Muchas fueron las “señales” que nos llegaron en los 7 años anteriores, pero por desgracia, o no supimos verlas, o no les dimos la importancia que tenían: atentado de Al Qaeda en NY, hundimiento del Prestige, invasión de Irak sin respaldo de la ONU, nuevos atentados en Madrid y Londres, y sobre todo y para desgracia de los españoles, la elección de Angela Merkel en 2005 al frente de la Cancillería de Alemania y,  por consiguiente, al frente del gobierno de la UE.


También en esos años “dorados” y con más relevancia si cabe que todo lo comentado, se produce una auténtica revolución en el mundo del Smartphone y de las redes sociales (Facebook, Twitter, WhatsUpp,..), escapando la información al todopoderoso control de los gobiernos y poderes fácticos, como en los últimos años han demostrado Julian Assange con Wikileaks y Edward Snowden, poniendo en jaque a la inteligencia de los EE.UU. y de otros países occidentales al desvelar numerosos secretos oficiales.

Nuestros jóvenes, la generación más preparada de la historia, con un pensamiento acorde con el progreso, y cada vez mayor interés por la política y con valores más “firmes” que los de la “sociedad adulta”, se resisten inicialmente a participar a través de instituciones que perciben degradadas (orientadas hacia el clientelismo y corruptas) e ineficientes, mientras el paro se ceba especialmente entre ellos (56% de los jóvenes entre 16 y 24 años), evidenciando la casi ausencia de oportunidades para lograr un empleo digno acorde a su formación, y condenados a seguir viviendo con sus padres (el 40% de los hombres entre 24 y 35 años). Confían en que los “adultos” les sacarán de esta situación, pero observan con estupor no exento de temor, como aquellos siguen “ajenos” a la terrible realidad de su presente y al drama de su futuro, porque se limitan luchan por sobrevivir en el día a día (más de 2,6 millones de parados sin prestación alguna, y más del 28% de la población en riesgo de pobreza), mientras la “clase política” mantiene sus pequeñas y egoístas batallas partidistas, y los escándalos por fraude, malversación, apropiación indebida, prevaricación, etc., van reforzando su indignación y hastío. Primero buscan participar a través de un sistema de democracia directa y asamblearia, tomando las calles, y por fin, a través de la creación de nuevos “grupos políticos” nacidos al calor de las redes sociales, en las que son líderes indiscutibles.

No importa si cunde el pánico entre los adultos “sostenedores” del “establishment” ni el hecho de que esos adultos sean de ideología conservadora o supuestamente progresista, y no importa que nos adviertan (y de paso, amenacen) con el inminente derrumbe del mundo conocido y con las plagas que inevitablemente sufriremos si llegan a perder el poder. Su momento, nuestro momento, ha pasado y hay que ceder el paso a los jóvenes, y darles la oportunidad de construir algo nuevo. 

Siguen de actualidad esos conocidos versos de la “España en Marcha” de Gabriel Celaya:

No vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.

Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,

aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.

jueves, 10 de abril de 2014

Pan, toros y absolutismo o como salvar las procesiones de Semana Santa

Según cuenta el Antiguo Testamento Dios ordenó a Josué la organización de siete grandes procesiones alrededor de las murallas de Jericó. Algo más tarde y tras el correspondiente toque de trompetas por parte de los sacerdotes y griterío de la canalla (también por indicación divina), la ciudad era conquistada por los israelitas, tras el milagroso derrumbe de sus hasta entonces inexpugnables murallas.

Como no quiero exponerme a las iras de Cristina Cifuentes, ilustrísima que no ilustre delegada del Gobierno de las Españas en Madrid, -y asumiendo que la Biblia no miente y por consiguiente, la caída de las jodidas murallas nada tuvo que ver con los asedios y conquistas precedentes por parte de sumerio arcadios como señalan algunos intelectuales ateos- concluyo que esto de salir en procesión y el mucho griterío, al igual que lo de tocar trompetas si perteneces al clero, es mano de santo y otorga mucho más poder al ejerciente que adorar al dios Leraj (la Luna, para los  que habitualmente vivimos en ella), cosa que a lo que parece se dedicaban a hacer sus legítimos moradores cananeos antes de ser (siempre según la Biblia) masacrados por los israelitas retornados de la esclavitud de Egipto.

Así las cosas, no es de extrañar que la Iglesia Católica hiciera suya esta bonita tradición de las procesiones, que se remonta en España al siglo III aunque no es hasta el siglo XIII cuando aparecen las típicas y “folclóricas” procesiones de la Semana Santa, vinculadas a las cofradías de ámbito penitencial, congregaciones de flagelantes asociadas a tres elementos mucho más importantes que los clásicos fuego, agua, tierra y aire de la naturaleza: la sangre,  el rosario y la cruz, adecuadamente combinados por sádicos dominicos con la finalidad de crear espectáculos sangrientos a través de los que sembrar el pavor entre los ignorantes siervos, como bien es sabido, condición previa y necesaria para la salvación de sus almas.

Tiene bemoles que hasta la mística y amante del martirio Santa Teresa se escandalizara de estas prácticas, a las que llegó a denominar “penitencia de las bestias”, aunque no debemos olvidar que era descendiente de familia judía conversa, muy aficionada a la lectura de romanceros, lo que le hacía cuestionarse, entre otras cosas, que Dios fuese a valorar en mayor medida a un hombre “despellejado” a base de flagelo, que  a un hombre que se desviviera por ayudar a sus semejantes. 

Lo más paradójico de este auténtico fenómeno de masas se relaciona con su teórico anonimato. ¿Qué valor posee para un hombre común tener sexo con la mujer más deseada del mundo si no puede contarlo a amigos y conocidos?. La penitencia, aunque pública, no te permite presumir abiertamente antes tus conocidos de tener la espalda destrozada, o de haber sangrado más que un cerdo en el día de su San Martín, porque desde el Concilio de Letrán en 1215 se impuso el anonimato a través del antifaz, igualando en este ejercicio penitencial al noble y al villano, a la mujer honrada y a la prostituta. 

La guinda, en forma de cucurucho, la puso la Santa Inquisición, experta en sambenitos y sobre todo en capirotes, elemento este último imitado muchos años más tarde por organizaciones tan “peculiares” como el famoso Ku Klux Klan americano, creado tras la Guerra de Secesión, que al margen de colgar a negros, maricones, judíos y comunistas, por el simple hecho de serlo, quemaban bonitas cruces que iluminaban por las noches las calles de Memphis, Tennessee, de tal modo, que la Valencia de Rita apenas hubiera podido aspirar en aquellos años a ocupar una segunda plaza en el ranking mundial de contaminación lumínica.

Desde antes incluso de que el cardenal Antonio María Rouco Varela se viese obligado a abandonar el timón de la Conferencia Episcopal Española, algunas organizaciones impías -presumiblemente relacionadas con la izquierda radical y los antisistema-  como la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores de Madrid (Amal), y coincidiendo con estas fechas de la Semana Santa, llevan intentando organizar una manifestación para “sensibilizar a la población sobre el derecho constitucional a la libertad de expresión y la obligatoriedad de que las instituciones protejan la aconfesionalidad del Estado”, aunque hasta la fecha se han encontrado con la lógica negativa de las autoridades ante lo que califican de provocación, al intentar “realizar la manifestación un día especial de significación para los católicos”, como es el Jueves Santo. 

¿Qué tontería es esa de la aconfesionalidad del Estado?.  ¿Siete siglos para terminar de reconquistar el suelo patrio y poder expulsar a judíos y moros, y todavía hay quien se plantea que vivan entre nosotros como si fueran españoles?. Se puede ser un “demócrata de toda la vida” sin  necesidad de tener que aguantar a esa gentuza de los llamados colectivos LGTB, y encima tener que aceptar a musulmanes, judíos o budistas a la hora de respetar sus derechos y tratarles como iguales. ¿Se imaginan una mezquita frecuentada por feministas lésbicas?, ¿una sinagoga con un rabino gay bendiciendo las palmas que luego deben proteger nuestros hogares?; ¿un templo con monjes budistas transexuales recitando el mantra gate, gate, paragate, parasamgate, bodi, svaha, mientras cambian el manto negro de la Virgen María por un manto blanco?, o incluso peor todavía, ¿imaginan un grupo de hijos de Lutero escandinavos con su capa y capirote, degustando pintxos o “matando judíos”, y diciendo burradas a las mozas que presencian la procesión?. 

¡Que se dejen de chorradas y no me quiten las procesiones de Semana Santa, que son más castizas que Viriato, los almogávares, la calle de Alcalá, la Carmen de Merimée y los bocatas de calamares!. Ya lo decíamos en los gloriosos años 60’s y habrá que recuperarlo en esta época de crisis económica e incertidumbre moral: