miércoles, 15 de octubre de 2014

Spain, The Country For Old Men


Probablemente, cuando el estadístico y sociólogo italiano Corrado Gini ideó su famoso coeficiente para medir la desigualdad, estaba muy lejos de imaginar que los antisistema actuales (o sea, todos aquellos que nos indignamos ante el modelo imperante), íbamos a recurrir a él sistemáticamente para denunciar la injusticia de una sociedad en la que los más poderosos, sin límite alguno que se oponga a su codicia, detentan cada día una parte mayor de la riqueza global.

La pérdida masiva de puestos de trabajo en algunos países como España (o en Grecia), ha contribuido decisivamente a ese aumento de la desigualdad en estos años de crisis, al existir mayores diferencias de ingresos entre los empleados y los que carecen de trabajo.

Una de las consecuencias más “peculiares” de esta evolución es que los jóvenes y niños han venido a copar el puesto que hasta el inicio la crisis ocupaban los ancianos, como grupo de edad de mayor riesgo de pobreza, hasta el punto de que hoy en España las personas entre 65 y 75 años, constituyen el segmento de más bajo riesgo (25% por debajo de la media), problema en el que el Gobierno lleva trabajando desde hace tiempo con profundidad y rigor para lograr una revisión a la baja y en definitiva reducción generalizada, de los derechos adquiridos en el actual sistema de pensiones.


Más de un 27% de la población infantil en España vive en riesgo de pobreza, según Unicef. También aquí, el Gobierno ha tomado cartas en el asunto y adoptado una enérgica medida correctora, repartiendo 7€/ niño en el mes de julio de este año para así lograr acabar con la pobreza infantil (16 millones de euros para atender a 2.320.000 menores en riesgo de exclusión social).

Pero el problema no solo está en esa “canalla desvergonzada” de potenciales clientes del turismo social para mayores  (INSERSO) que por simple hecho de haber trabajado y cotizado durante 40 años de su vida laboral se consideran acreedores del resto de la sociedad y exigen cobrar sus pensiones íntegras. Las desigualdades nos rodean por todas partes en una sociedad que hace años dejó de tener las tradicionales clases sociales antagónicas “burguesía” y “proletariado”, para limitarse a tener “ricos”, cada vez más ricos (o sea, “riquísimos”), y pobres, cada vez más pobres (o sea, “pringaos”), y así, la desigualdad se propaga y ceba en los colectivos más débiles, como el ya comentado de los niños:

  • Mientras los trabajadores de base percibieron un 0,5% menos en 2013 que el año anterior, y los mandos intermedios un 3,2% menos (por aquello de dar ejemplo), los directivos cobraron un 7% más que en 2012 (ICSA Grupo y Escuela de Negocios EADA).
  • El 50% de las mujeres tiene contrato temporal y el 73% jornada a tiempo parcial, siendo su retribución media un 24% inferior a la de los hombres, diferencia que ha crecido significativamente desde 2007 (encuesta de estructura salarial del INE 2013), aunque probablemente sean todas ellas mayores de 45 y menores de 25 años, si los empresarios han seguido las recomendaciones de la Presidenta del Círculo de Empresarios Mónica Oriol.
  • Los extranjeros que no proceden de la UE cobran de media un 36% menos que los españoles (encuesta de estructura salarial del INE 2013). Curiosamente y frente a lo que defienden algunos colectivos xenófobos, no han contribuido a incrementar el desempleo en nuestro país, pero si las desigualdades salariales.
  • España fue el país de la OCDE en el que la crisis tuvo un mayor efecto de incremento de las desigualdades en términos de ingresos entre 2007 y 2011 (Oxfam, jun-14).
  • El número de millonarios que hay en España alcanzó 465.000 personas a mediados de 2014, lo que supone un aumento del 24 % respecto al mismo periodo de 2013 (Informe de Riqueza Mundial de 2014 de Credit Suisse oct-14).

¿Es más pobre nuestro país y en general la Europa desarrollada, que hace 20 años cuando podían garantizar la sostenibilidad del Estado de Bienestar?. Si no es así, ¿qué está provocando esta profunda transformación y debacle?. Sin ningún género de dudas, el desplazamiento del poder económico y político hacia prácticas (el pensamiento no ha variado sustancialmente) “ultraliberales”, que abominan de mecanismos de redistribución de la renta, argumentando que contribuyen a crear pobreza, ante la ausencia del temor derivado de la existencia de un contrapoder -desaparición del bloque de países socialistas frente al modelo de mercado y/o de una “rebelión” social (inestabilidad política/ temor a una nueva revolución)-, unido a la creciente globalización de la economía.

Desde finales de 1970, los tipos impositivos sobre las rentas más altas se han reducido en 29 de los 30 países de los cuales se dispone de datos.
La política de tipos bajos ha penalizado el ahorro en efectivo (de los menos ricos) y premiado el apalancamiento (inversiones de los más ricos financiadas por entidades financieras). 
Se han producido aumentos de impuestos sobre las nóminas y en general, se ha incrementado la presión fiscal sobre el consumo (IVA, impuestos especiales,..).
  • Por vez primera, el 1% de las familias más poderosas del mundo acapara casi la mitad de la riqueza del mundo (más del 46%), mientras el 99% restante se reparte la otra mitad.
  • En Europa, la fortuna de las 10 personas más ricas supera el coste total de las medidas de estímulo aplicadas en la UE entre 2008 y 2010 (217.000 millones de euros frente a 200.000 millones de euros).
  • Los más acomodados han seguido incrementando su riqueza (4%-5% anual), frente a caídas significativas para el resto de la población (en el caso español, asociado a la pérdida de valor de los inmuebles, que no de los importes de las hipotecas).

“Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (artículo 14 de la Constitución Española).


¿De verdad son iguales Don Amancio Ortega, creador y máximo accionista de Inditex y Antonio Pérez, el de la cola de la oficina del INEM/ SERVEF de la Avenida del Puerto?, ¿El juez Elpidio Silva, inhabilitado 17 años por prevaricación y Don Miguel Blesa, el que compra capsulas Nespresso con cargo a su tarjeta opaca de Caja Madrid?.

El sufrimiento diario y tantas penalidades parece que nos han hecho olvidar que es al Estado a quien corresponde garantizar las condiciones de igualdad, del mismo modo que una distribución de la renta más equitativa (artículo 40), empezando por la igualdad de oportunidades ante la educación (artículo 27). La educación es posiblemente el instrumento más potente para romper el círculo de la pobreza, y no es casual que las tasas españolas de fracaso y abandono escolar sean de las más altas de la Unión Europea. También aquí, el Gobierno ha enfrentado el problema de forma decidida elaborando una quinta (desde 1985) ley orgánica de educación, retrógrada y partidista (para mayor gloria de la Iglesia Católica), allí donde todos clamaban por un amplio consenso institucional.

¿Podemos hacer algo ante tanto desatino?


Indignados ante tanta injusticia, cabreados con la clase política y con los privilegios de distintos colectivos, parece que solo nos queda el carpe diem, o salir más a tomar las calles y exigir cambios socio-políticos profundos, y de momento……los bares siguen llenos a pesar de la pérdida de facturación y seguimos teniendo una de las dotaciones más elevadas del mundo. Según un estudio de Coca Cola de mayo de 2013, hay uno por cada 132 habitantes. Ah, y en los profesionales de esta actividad económica confiamos bastante más que en políticos, jueces, periodistas, policías,……Un 30% de los encuestados le dejaríamos las llaves de nuestra casa al camarero.