domingo, 23 de noviembre de 2014

El éxito de Rajoy y de otros gobiernos que tampoco gobiernan


Rajoy dice que “nuestro país es el que más empleo crea y el que lidera el crecimiento en Europa”, gracias (se sobreentendería sino fuera porque su gobierno lo explicita constantemente) a la excelente labor llevada a cabo por él y por su equipo. Sin embargo y a pesar de haber sido “el primero de la clase” a la hora de hacer recortes, según la Comisión España crece menos que Polonia o Rumania y a otros países que tampoco han tenido la fortuna de contar con Rajoy y el PP, parece que tampoco les ha ido tan mal.

Fijémonos en el caso italiano por sus numerosos paralelismos con España -incluida la enorme corrupción que acompañó a Berlusconi y su “corte”-, pero sobre todo por una gran diferencia. Allí no solamente no han disfrutado de nuestro particular salvador, sino que ha habido varios gobiernos fruto de diferentes alianzas y programas (aunque todos conservadores), por lo que de entrada parecería razonable que su evolución durante la crisis y logros alcanzados fueran claramente peores que los nuestros.

Desde que los italianos eligieron ser una República parlamentaria, a través de la celebración de un referéndum en el año 1945 -a diferencia de España, que en lugar de referéndum ha implantado una proceso urgente  de abdicación y sucesión monárquica- se han sucedido 26 presidentes del Gobierno, cinco en estos turbulentos años de crisis (Romano Prodi, Silvio Berlusconi, Mario Monti, Enrico Letta y, desde febrero, Matteo Renzi), de los que los tres últimos ni siquiera han sido elegidos por el pueblo italiano. Cinco personajes muy diferentes, pero que comparten una misma visión: "quien hizo caer a Prodi y más tarde a Berlusconi, no fue el pueblo italiano, sino la Bolsa de Milán".

No importa si fue Monti quien más se esmeró en aplicar las recetas impuestas por el poder económico y financiero, o si hizo menos que cualquier otro de los presidentes de gobierno. Los tres últimos han sido felicitados, al mismo tiempo que Rajoy, ya que  gracias a las medidas “austericidas” implantadas (reformas laborales y de pensiones, recortes en el gasto público, etc.), han conseguido bajar los tipos de interés del dinero prestado a sus países (la famosa prima de riesgo).

De entrada, resultaría “radical” y algo demagógico afirmar que las presiones del poder financiero se han relajado por el simple hecho de que los titulares de gobiernos como el español (o italiano) han aceptado ejecutar las instrucciones recibidas (vía FMI, BCE y la propia Comisión) en defensa de sus intereses y en detrimento de la mayoría de la población, desmontando progresivamente el Estado del Bienestar (heredero de una guerra fría ya superada), adelgazando y saqueando lo público, y favoreciendo la desigualdad y la pobreza de millones de personas. Los llamados “mercados” seguramente deben estar premiando otro tipo de “logros”, y en particular, claras mejoras en el panorama macroeconómico de la economía española, eso que algunos ya están llamando “el milagro RAJOY”. Veamos algunos de los más relevantes:

Los recortes, tras tres años de durísimos sacrificios, deben estar favoreciendo la recuperación económica y el empleo, y en mucha mayor medida en el caso español, en donde ha habido un mismo gobernante que ha mantenido “su programa político” con mano firme, tal y como se desprende de las palabras de autoalabanza pronunciadas por Rajoy en la reciente reunión del G.20:

El PIB español ha caído prácticamente 6 puntos desde 2008 (hasta 31 de diciembre de 2013), mientras que el italiano tan solo ha retrocedido un punto.

Ambos países han duplicado su % de desempleados, pero mientras que el 24% español es una cifra dramática e insoportable socialmente, el 12,5% italiano es relativamente llevadero.

La reducción salarial española, especialmente dura en los contratos temporales (cerca del 25%), nos ha debido hacer ganar competitividad y eso habrá favorecido nuestras exportaciones y permitido sanear nuestra Balanza Comercial:

Con salarios un 15% más bajos y sobre todo empleos mucho más precarios, España ha tenido un déficit de -17.741,00 € (-1,73% del PIB), mientras que Italia ha logrado un superávit de 30.381,00 € (+1,95% del PIB).


Conviene recordar que los grandes objetivos de las medidas implantadas eran controlar y reducir la deuda y el déficit:

Mientras que la deuda española se ha incrementado en el mismo periodo un 221%, la italiana lo ha hecho un 124% (cierto que ésta era y sigue siendo más elevada, de casi un 133% del PIB frente al 92% la española).

El déficit español ha crecido un 148%, mientras que el italiano lo ha hecho un 111%. El italiano no ha sobrepasado el 3%, mientras que el español se sitúa en el 7,1%.

Tal vez la clave que explique estas diferencias a favor de Italia sea el hecho de que ellos han ido mucho más lejos que nosotros a la hora de reducir el gasto público y “adelgazar” los pilares de su estado social. O lo que es lo mismo, que dedican muchos menos recursos a eso tan “viejuno” como es la sanidad o la educación públicas.

Ambos países han contenido por igual el crecimiento de su gasto público (+1% en ambos casos), pero el gasto público per cápita italiano era y sigue siendo nada menos que un 30% superior al español. 

En concreto Italia destina por cada ciudadano un importe en euros un 10% superior en salud pública y un 17% más en educación pública.

Sinceramente solo encuentro una diferencia a favor de España y consiguientemente un mérito que podríamos atribuir al gobierno de Rajoy. Si bien ambos países poseen una misma calificación de rating: BAAA2 (Moody’s), BBB+ (Fitch) y BBB (S&P), España obtiene el dinero un poco más barato, con una prima de riesgo que a mediados de noviembre era de 127, frente a 147 la italiana, lo que se supone que abarata la deuda pública y facilita el acceso al crédito de los españoles. ¿Qué crédito?. ¿A qué españoles?.

Lo malo es que de nada sirve pagar algo menos en concepto de intereses si a cambio nos estamos suicidando, y además, no entiendo porqué seguimos comparándonos con Alemania, cuando su economía al igual que la de la UE permanece estancada, mientras que la de EEUU se ha recuperado, evidenciando la eficacia de las medidas expansivas implantadas. Por cierto que nuestra prima de riesgo frente a EEUU es de -29. No sé de que nos sirve pero ¿a que mola, Sr. Rajoy?.






















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